Este último mes he visto cuatro películas que están en cartelera: "Los descendientes", "Albert Nobbs", "La Dama de Hierro" y "El monje".
"Los descendientes" protagonizada por George Clooney, ganador de un premio en los Globos de Oro y propuesta para los Oscar ha sido una completa decepción. A partir de ahora, cuando salga una nueva película de Clooney no iré al cine a verla sin más, me informaré bien primero. Su actuación como actor dramático es patética. Si hubiera sido una comedia -de los Coen por ejemplo- en clave de humor, no tendría que haberse cambiado demasiado el argumento y hubiera resultado entretenida, pero querer vendernos algo serio con semejante argumento y puesta de escena es querer reírse del público o necesitar pagar las facturas -que puede que haya sido el motivo por el que nuestro querido George haya caído en tal garrafal error-. Espero que no le den ningún Oscar. No lo merece.
"Albert Nobbs", protagonizada por Glenn Close ha sido otra decepción, aunque en esta ocasión ella actúe de maravilla, como siempre. El problema es que todo queda ahí, en una buena actuación. Cuando sales del cine te das cuenta de que la película no te ha aportado absolutamente nada, la historia no tiene fuerza y tampoco es entretenida. Glenn Close se queja de que siempre que la proponen para el Oscar por una actuación, tiene que competir con Meryl Streep, como será en breve, y que siempre le gana Meryl. Tengo que decir que en esta ocasión si el Oscar lo consigue Meryl se habrá hecho justicia, porque la actuación es fantástica -La Sra. Streep hasta la fecha nunca me ha decepcionado- la historia nos muestra una Primera Ministra Británica desde un punto de vista diferente al que conocíamos, nos muestra la mujer, la esposa y la madre tras
“La Dama de Hierro” y recuperamos, al menos yo recuperé, una figura importante en la lucha por la igualdad de los sexos, la de una mujer que marcó una época, pero que como me resultaba tan desagradable y estaba tan en contra de la política que ejerció había dejado de tener en cuenta.
Y por último
“El monje”: lenta pero atractiva porque plantea el eterno dilema; podemos ser rectos, podemos criticar y juzgar las debilidades ajenas, nos puede repugnar la forma de conducirse de los otros…..hasta que la tentación llama a nuestra puerta. Es en ese momento cuando debemos comprobar si nuestras creencias eran sólidas, de qué pasta estamos hechos…..y generalmente el resultado nunca nos sorprende: caemos en lo mismo que criticábamos. En este sentido la película me ha gustado y
no descarto traerla al cineforum. Es una película que sí aporta.
Eva
